Y les gustó tanto a los hinchas xeneizes, que este año, con la vuelta de Adidas a Boca, volvió también ese diseño, adaptado a estos tiempos. Se ha dicho tanto sobre esta camiseta alternativa con la que Argentina le ganó a Inglaterra en México 86: los números plateados, el logo cosido de apuro, la idea de Bilardo de imitarla en Italia 90. Una camiseta que sigue vigente: Gimnasia la reeditó para enfrentar a Estudiantes en su último clásico, con Diego como entrenador. En la Argentina vistió a varios equipos (Argentinos Juniors y Deportivo Español, entre otros) pero la más recordada fue la del Gimnasia de Márcico y los mellizos Barros Schelotto. Y con una marca brasileña, Penalty, que no sólo vistió a muchos equipos argentinos en los últimos 25 años, sino que además, puso la pelota del fútbol argentino a comienzos de la primera década del siglo. Y los vestía Umbro, una marca de origen británico que por aquel entonces llegaba a la Argentina y que aun hoy sigue firme vistiendo a varios equipos de Primera división. En la primera mitad de los 90, llegó al fútbol argentino una marca danesa, Hummel, que deslumbraba a los fanáticos de las camisetas vistiendo, entre otros, a la selección de Dinamarca y al Real Madrid.
El ex jugador de Barça e Inter, entre otros, y posteriormente entrenador del Inter -en tres etapas-, Sampdoria, la selección española Sub’21 y la absoluta, entre otros, dejó una gran huella en el mundo del fútbol. La relación River-Adidas es la más extensa del fútbol argentino (y sólo superada en el mundo por el vínculo de la misma empresa con Bayern Munich). Hugo Santilli transformó a River: lo llenó de figuras y lo llevó al título del mundo. Con la vuelta de Juan Sebastián Verón, Estudiantes armó un equipazo en 2006 que le arrebató el título a Boca. Rosario Central ganó con la Copa Conmebol de 1995 con un equipazo: Palma, Coudet, Polillita Da Silva (foto), Cardetti y compañía, revirtieron un 0-4 en el partido de ida de la final con Atlético Mineiro y dieron la vuelta en Arroyito. Después de cuatro temporadas, Huracán ganó en 1990 el torneo del Nacional B con un equipazo: Teté Quiroz, Delgado, Saturno y un pibe que hizo el gol del ascenso y fue ídolo: el Turco Antonio Mohamed. Entre el listado aparecen cuatro de Argentina y una perlita que también está emparentada a un equipo del país.
La camiseta del Ajax de Johan Cruyff es la que se lleva el primer puesto del conteo entre las más legendarias, seguida por la que utilizó el Saint Etienne francés entre 1975 y 1977 (arribó a la final de la Champions por única vez en su historia y conquistó cuatro títulos a nivel local) y la de la selección holandesa que culminó en la segunda colocación del Mundial de 1974 con un fútbol que transformó la historia. Y continuó: «115 años de historia son muchos: con partidos, victorias, derrotas, noches legendarias, noches difíciles. Pero luego están las estrellas fijas, que iluminaron de un modo tan brillante el camino ‘neroazzurro’ que quedan siempre ahí fijas, equipaciones de futbol baratas brillantes». Y las camisetas de aquella época son un tesoro para cualquier xeneize. Una joya de la época. Pero la marca ya tenía una profunda relación con los sanjuaninos durante muchas décadas. Para el Mundial de Alemania 1974, Argentina tuvo un estreno: la primera camiseta con marca de su historia y el comienzo de su larga relación con Adidas, que aún continúa y que sólo tuvo dos interrupciones: la primera y más extensa en los ochenta y la segunda, entre 1999 y 2001, cuando la Afa firmó con Reebok.